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El Gobierno de España ha puesto en marcha dos leyes por iniciativa del Ministerio torrentedel Interior, que a mi juicio son de aquellas cosas que la adormecida (por ser suave) sociedad española deja pasar medio de puntillas, pero que en cualquier democracia mínimamente madura, supondrían un ataque a derechos y libertades fundamentales contenidas en las constituciones.

La ley de seguridad ciudadana y la ley que regula la seguridad privada. A veces no entiendo que se hagan leyes pensadas para pocos, pero que un mal uso fuera de esos pocos pueda ser potencialmente catastrófico.

Por partes…

La ley de seguridad ciudadana tiene como estrella la prohibición de manifestarse escracheante las sedes del estado, así como manifestarse cerca de las viviendas de los políticos. Todos entendemos que se refiere al asedio al Congreso de los Diputados que la televisión puso en portada mundial, así como los “sctratches” a los políticos del Partido Popular. Pues bien, estas dos leyes permiten prohibir los “scratches” y permiten proteger las instituciones, de manera contundente si es necesario, sin que el Ministro del Interior o el Conseller d’Interior tenga que destituir a nadie, ya que la ejecución podría correr a cargo de una empresa privada.

Vale, pero esto ya está inventado, no?

Efectivamente!!

¿Sabéis que tienen en común Abraham Lincoln (Presidente de EEUU) Andrew Carnegie (mangante del acero), Butch Cassidy (ladrón de trenes interpretado por Paul Newman en Dos Hombres y Un Destino) y Jack Nicklaus (Campeón de golf)? Pues que todos han tenido relación con los Pinkertons. La Pinkerton National Detective Agency fue en un cuerpo de seguridad privada fundada en 1850 en Chicago. Los Pinkertons (los agentes) fueron contratados durante la segunda mitad del siglo XIX y primera mitad del siglo XX por empresarios americanos para desactivar las protestas obreras derivadas de las duras condiciones de trabajo en esa parte de la historia del capitalismo americano.

El episodio más destacado de aquella época fue la huelga en la planta de great-battle-of-homestead-pinkertons-everettHomestead (Pittsburg, PA), de la empresa Carnegie Steel Company de Andrew Carnegie. Carnegie era muy liberal para su época. Estaba a favor de la existencia de los sindicatos, y dijo que “ninguna fundición de acero valía una gota de sangre”. Además, no le gustaban las tácticas de infiltrarse en los sindicatos con estrategias de “Caballo de Troya”. Lo que pasó es que Andrew Carnegie había fichado para llevar su empresa a un industrial muy agresivo llamado Henry Clay carnegie steel coFrick (el del museo Frick Collection de NYC). Frick era tan buen jefe de operaciones como mal gestor de personas. Sus métodos eran expeditivos y agresivos. Se paseaba por la planta con guardaespaldas. Cuando las protestas de la planta de Homestead se convirtieron en una huelga feroz y se bloqueó la planta, Andrew Carnegie cambió su opinión sobre cómo tratar las reivindicaciones de los trabajadores y dio a Frick la responsabilidad de reestablecer el orden. Carnegie reconoció que los instigadores de la huelga no representaban a la mayoría de los trabajadores y que solamente eran unos empleados muy especializados que habían creado una élite dentro de la fuerza laboral (me suena a sindicato de aquí). Las negociaciones con esta élite, la Amalgamated Association of Iron and Steel Workers, fracasaron en todos sus intentos, y huelga empezó en julio de 1892. Frick perdió la paciencia (de hecho, no tenía mucha). Henry Frick contrató a los Pinkertons para aplacar la huelga.

Video Pinkertons y la Batalla de Homestead: http://www.tubechop.com/watch/1732233

El 6 de julio empezó la batalla por el control de la planta. Los obreros se parapetaron en la planta y los Pinkertons intentaban reabrir la planta y reestablecer la producción. Más de 300 obreros armados esperaban a la fuerza 

frick assasination attempt“invasora”. La batalla se libró desde las 4:00 am hasta casi el medio día, cuando los Pinkerton empezaron a ser vencidos, y las autoridades entendieron que una fuerza privada no podía atacar a la gente. Los Pinkerton se retiraron y algunos fueron detenidos por la milicia del estado de Pensilvana. La gestión de la huelga que hizo Frick fue un desastre, y días más tarde, un obrero entro en su despacho y le disparó en el cuello. Aquello, marcó el fin de la huelga, el hundimiento del sindicato, el descrédito del Carnegie y la opinión que Henry Clay Frick ha sido el peor CEO de la historia corporativa de los EEUU por portfolio.com.

Los Pinkertons han hecho más cosas. Durante la Guerra Civil fueron lincolnguardaespaldas de Abraham Lincoln (en la foto Lincoln, con Allan Pinkerton y el General McClernand). Fueron contratados por las empresas de ferrocarriles para perseguir a los dos ladrones más famosos (y más guapos, según mi madre) de Oeste americano, Butch Cassidy y Sundance Kid. Recordamos en la película de Newman y Redford a esos incansables jinetes que bajan del tren y les persiguen hasta el final (en realidad no les persiguieron hasta Bolivia). También, el Augusta National Golf Club contrataba a los Pinkertons para la seguridad del club, durante la celebración del Masters de Augusta. Hoy en día, los Pinkertons forman parte de la multinacional sueca de seguridad privada Securitas AB, que todos conocemos como Securitas Direct.

El otro caso de seguridad privada en los límites de la razón es Blackwater durante blackwaterla Guerra de Irak. Blackwater recibió el encargo de proteger a oficiales del gobierno de EEUU en Irak, empezando por Paul Bremer (el de “we got him (Sadam)”). El problema es que Blackwater operaba en la zona, en la que no había un sistema judicial, y fuera de las salvaguardas que ofrece pertenecer a un ejército regular. Por lo tanto, si un agente de Blackwater, sin reglas de enfrentamiento establecidas, le metía 10 balas en el pecho a un vulgar transeúnte, ni la inexistente justicia irakí, ni las cortes militares americanas, ni nadie, le hacía rendir cuentas en ningún tribunal. Operaban en un vacío legal. Ha sido uno de esos episodios sobrios de la presidencia de George W. Bush, que solamente el tiempo da la razón en forma de hecho. Blackwater ha sido adquirida por un grupo de inversores privados, su fundador ha sido apartado de la empresa y se le ha cambiado el nombre dos veces (Xe y Academi). Esto, en idioma de la gente normal quiere decir: “la hemos cagado, pero haremos que no se note”. Por cierto, John Ashcroft (fiscal general con Bush) está en el consejo de administración.

Y así se podría tomar más ejemplos de ejércitos para-oficiales que han ido blackwater 2cometiendo fechorías a lo largo de la historia. No hace falta ser muy hábil para entender que los paramilitares en Colombia eran algo parecido a los Pinkertons o Blackwater. El cine nos da imágenes que a mí me impactan mucho, sobre la potencia de combate de los cuerpos de seguridad privada en los países en que están aceptados. La prícula de Tom Cruise y Jamie Foxx, Collateral, en la que el taxista entra en la discoteca del traficante de droga (Javiar Bardem), y pasa un control de seguridad en la misma acera de la calle, con guardas privados armados con fusiles de asalto, me pareció casi irreal. El problema es que una noche de juerga en NYC, entré en la discoteca Webster Hall de la calle 11, y había seguridad armada hasta los dientes, con detectores de metales en la entrada y cacheos. Auténtica zona de guerra!!

¿Y por aquí qué?

Bueno, aquí existe un problema importante en las empresas de seguridad privada,seguridad españa que durante muchos años protegieron a políticos y empresarios de la amenaza de la banda terrorista de ETA. La desaparición, en principio, de la amenaza de ETA, la pacificación palpable en el País Vasco y la crisis económica, han hecho rebajar los presupuestos de seguridad privada de empresas e instituciones, y por lo tanto, los ingresos de las empresas de seguridad privada. De mis años en banca, recuerdo que tres agentes de seguridad de Prosegur, que el banco contrataba para la entrada del garaje, se fueron a las divisiones de seguridad personal (guardaespaldas) de su compañía. Uno de ellos me dijo que se cobraba más dinero, y que las propinas de los defendidos eran muy buenas, en su caso.

Efectivamente habrá que explicar que se pretende con leyes como esta. Si es para “dar de comer” a la seguridad privada me parece un auténtico esperpento. Si es para reforzar la seguridad ciudadana, me parecería bien, siempre que se regule su funcionamiento y se refuerce el régimen sancionador ante las faltas. Pero como todo en España, es de una improvisación y de un «cortoplacismo» que asusta.

La otra ley de la que hablábamos; la de la seguridad ciudadana. Promover un ley capitol demonstrationporqué se piensa que las protestas delante del parlamento no ayudan a la Marca España es una tergiversación completa de los valores que los derechos y libertades de los ciudadanos que exhorta la Constitución (la española, la americana, la suiza y la francesa). Manifestarse ante el poder es un derecho inalienable de un país moderno. Como lo debería ser la posibilidad de promulgar iniciativas legislativas sin tantas trabas. Pero en el mundo de hoy no existen las democracias, sino que existen las repúblicas (res pvblicas). No tomamos decisiones, sino que apoderamos a unos pocos para que las tomen por nosotros. Y el problema viene cuando estos pocos piensan que la institución en la que transitan por un prevé periodo de tiempo, son suyas.

Yo espero poder seguir viendo manifestaciones delante del Parlamento español,Butch_Cass_Sundance_05_PF_lowres-detail-main del Parlament de Catalunya, de la Asamblea Nacional de Francia, del Capitolio en Washington, y espero que algún  día en Tiananmen. Pero lo que más me apetece es que la próxima película de Torrente, veamos a un Santiago Segura engordado, persiguiendo a caballo a Butch Cassidy y a Sundace Kid por las praderas el almeriense oeste americano!