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9N2014, better together, Cataluña, consulta, escocia, España, Gran Bretaña, Independencia, Inglaterra, referendum, yes
No soy muy aficionado a las apuestas, y mis amigos saben que en un casino suelo empezar y acabar agarrado a un vaso de whisky en la barra del bar, mientras ellos se hacen el Rain Man jugando al BlackJack, o ponen caras de Clint Eastwood mientras juegan al Póker. Sin embrago, voy a hacer una apuesta sobre el día después del Referéndum Escocés; no sobre el resultado, sinó sobre lo que hará el 10 de Downing Street en las semanas siguientes.
Si gana el SI
Tras 4 meses de amenazas sobre salir de la libra, abandonar la UE, quedarse sin bases militares, imponer aranceles y no sé cuántas cosas más, Inglaterra abrirá una negociación sobre una transición ordenada, que acabe con una Escocia dentro de la UE, con la libra esterlina y muy bien relacionada comercialmente con el sur de la isla.
Dicho de otra manera: antes del referéndum, Londres ha ido alzando la verja de salida, que en caso de ganar el SI, bajará inmediatamente ya que el coste para Inglaterra de una salida desordenada es tan alto, que preferirá rebajar el enfado y pactar, recordando al famoso “good old nature, and good old humor” de John Adams ante Jorge III, e Isabel II ante George H.W. Bush.
Si gana el NO
La oficialidad civil de la Gran Bretaña, volcada en la campaña “better together”, ha estado prometiendo a los escoceses que en caso de alzarse el NO con la victoria, se acelerarán las devoluciones competenciales al Parlamento de Holyrood. Mi apuesta es que si gana el NO, todas esas promesas no se realizarán, y caso de realizarse se hará de manera tan paulatina, que los escoceses ni lo notarán, ni mucho menos se beneficiarán.
Londres, y en especial Westminster, no han tomado en serio el pulso escocés hasta que las encuestas los han puesto en la tesitura de ser la generación de políticos ingleses que dejó escapar a Escocia. El establishment inglés, siempre ha respetado las tradiciones escocesas, pero al final da la sensación que Escocia sea una especie de parque nacional; una especie de reserva india para los turistas. Vaya usted a Escocia, póngase un “kilt”, visite castillos, vea vacas peludas, juegue al golf al lado de la playa, beba un poco de whisky, y sobre todo, no se pierda Eilean Donan. Todo muy de “veranito guay”.
Con las encuestas empatadas, Londres se ha lanzado a prometerlo todo. Casi un estado libre asociado. Peor creo que si gana el NO,……adiós promesas, vuelta al trabajo, y si te he visto, no me acuerdo. Casi dan ganas de preguntar ¿dónde habéis estado todo este tiempo, cabrones?
Si gana el NO, Escocia va a tener que cambiar de lema. Nemo me impune lacessit (nadie me daña impunemente), lema de Escocia y de la Muy Noble y Muy Antigua Orden del Cardo, deberá cambiarse por «Prométame usted lo que quiera, y cuando tenga mi voto, guste usted abusar de mí lo que desee.«. Además, en este referendum, no hay oportunidad de cambiar de opinión en 4 años.
Tómese nota para cuando haya una votación por estas latitudes.