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Conversando tranquilamente con un importante político catalán, nos enzarzamos en la discusión sobre qué modelo económico social ha causado la crisis en la que vivimos (sobrevivimos). La conversación empieza conmigo declarándome un liberal converso, a causa de la crisis. Mi argumento es que en Europa la crisis es básicamente del sector público, incapaz de sostenerse financieramente y con una manía desproporcionada por legislar de manera compulsiva. El argumento del ilustre servidor público es que el liberalismo ha causado la crisis, con la excesiva desregulación del sistema financiero.
El drama es que los dos tenemos gran parte de razón. Si se hubiera entrado en la crisis con un modelo liberal puro, el sector financiero hubiera entrado en crisis, pero hubiera encontrado un sector público pequeño, eficiente, y con gran margen para subir impuestos. Si por el contrario se hubiera entrado por el otro lado, el intervencionista, el estado hubiera sido mastodóntico, cargado de gasto, pero con una legislación perfectamente orientada a evitar desastres en, por ejemplo, el sector financiero.
Pero no! Occidente ha entrado en crisis con lo malo de los dos modelos. Una desregulación galopante en los años de expansión económica, junto con un estado monstruosamente grande, endeudado hasta límites ridículos, con impuestos astronómicos, y con una sobreregulación en ámbitos intrascendentes de la economía.
En España, además de lo peor de los dos modelos, tenemos a una clase empresarial dominante que proviene de los antiguos monopolios estatales (solo se salva Inditex), una clase política (licenciados en derecho sin ejercicio) que solamente piensa en ganar elecciones y en cuidar a los «empresarios» de los sectores ex-públicos y regulados, y un sistema de garantías jurídicas bastante blando. Los «otros empresarios», asisten mudos y acobardados a un circo en que deberían estar en la pista central, pero que solo son los que pagan la lona y el catering.
Se que a veces me pongo pesado con Suiza y EEUU, pero en esos dos países tan distintos, las empresas punteras no son ex-monopolios del estado, sino el trabajo y el esfuerzo de emprendedores. Unos tipos que no necesitaron ayudas públicas y leyes para emprendedores, sino que disfrutaron de un entorno propicio para desarrollar su empresa. Sin trabas burocráticas. Sin impuestos excesivos. Sin regulación absurda. Creo que con pocas leyes bien hechas, que favorezcan un determinado comportamiento empresarial en vez de dirigirlo, se podría invertir la tendencia de la crisis y sus causas.
Lo que da de si una barca, las aguas de Menorca y la caldereta (plato muy pesado para el verano, pero qué le vamos a hacer………)
Mira, y ya que Cataluña está pensando en un nuevo estado, se podría empezar a pensar en hacer las cosas diferentes, ya que pasar por el lío de independizarse para seguir haciendo lo mismo,…..sí, pero….
Sabes que me temo que al final no somos tan diferentes y cometeremos los mismos errores, no te parece…?