Haber vivido 3 estupendos años en Madrid me ha proporcionado una serie de grandes amistades, que lejos de disputas futboleras, valoro mucho y forman parte de mi colección de afectos. Lo bueno de tener amigos inteligentes, es que son capaces de preguntar cosas apelando al intelecto más que a la opinión. Es decir, que la respuesta que vaya a dar será analizada sin aderezos sentimentales. Además, las preguntas de la gente inteligente suelen estar bien dirigidas, bien estructuradas, y puestas en su justa perspectiva. La última pregunta que me han hecho sobre la “Cuestión Catalana” ha sido la siguiente:
“¿Marcos, independientemente de las motivaciones nacionalistas y económicas, por qué tantos catalanes quieren ser independientes de España?”
La pregunta tiene trampa, ya que para la gran mayoría, solamente con las motivaciones nacionalistas y económicas, las ansias independentistas estarían suficientemente justificadas. Pero mi amigo, que es más listo que la mayoría, hizo la pregunta sabiendo que el nacionalismo es incurable, y que los temas económicos son negociables, por lo que su pregunta buscaba una respuesta que le aportara algún factor adicional a los que él ya había analizado.
Ventajas de tener un blog es que a preguntas difíciles, puedes responder: “Vaya pregunta! La respuesta no es sencilla, así que casi mejor la escribo en el blog”. Así que, ahí va la respuesta, espero que a la altura de la privilegiada mente de mi amigo…
—
Sin tener en cuenta nacionalismo y dinero, la única respuesta que se me ocurre es que los catalanes no mandan en España, pese a contribuir mucho a las arcas públicas. Es más, no importa si mandan o no, lo que importa es la percepción que ellos tienen sobre lo que mandan. Así pues, existe la percepción que los intereses de los habitantes de Cataluña no están todo lo bien representados que se hubiera necesitado para no tener un mapa de independentismo como el actual. Esto no solamente en España con la “Cuestión Catalana”, sino que la contribución económica sin contrapartida de poder, ha tensado históricamente la unidad entre territorios.
Hacia 1770, las 13 colonias americanas empezaron a demandar al Rey Jorge III de Inglaterra una representación en el Parlamento de Westminster. El lema de sus proclamas fue “No taxation, without representation” (Ningún impuesto sin representación!). Lo que pretendían los americanos era que no se pusieran impuestos adicionales sin su participación en el debate en sede parlamentaria. Textos y correspondencia de los padres fundadores de los EEUU señalan que la no representación fue creando una desafección progresiva hacia la Corona inglesa, que desembocó en conflictos como la Masacre de Boston o el Tea Party en el puerto de Boston. La Corona reaccionó con dureza, provocando la estampida independentista de las colonias, seguida de las guerras revolucionarias americanas, y finalmente la
separación. Los lemas y las proclamas también evolucionaron hacia «Join, or die» (súmate o muere) y «Don’t tread on me» (No me pises!), que aun hoy utiliza la marina de EEUU.
En España es evidente que hay comunidades autónomas que contribuyen al bienestar de otras. Los déficits fiscales de Cataluña son tan evidentes como necesarios para re-equilibrar los territorios de una unidad política, legal y fiscal como el Reino de España, pero que existan sin que los representantes catalanes puedan ejercer su poder en la línea de las aportaciones que hace el territorio que representan, es lo que en mi opinión subyace como causa del problema.
Pese a que mucha gente dice que los territorios no son importantes, y que lo que importa son las personas, veamos algunos mapas…
Balanzas fiscales 2005. Cataluña, la que más aporta.
Procedencia histórica de los Presidentes del Gobierno Español. Solo 5 presidentes catalanes de 103. De ellos, Serafín María de Sotto (1848) gobernó 2 días y Fidel Dávila Arrondo (1936) fuen jefe de una junta técnica de estado durante la guerra. Los 3 restantes son Joan Prim, Estanislau Figueras y Francesc Pi i Maragall.
Numero de ministros por CCAA por millón de habitantes (en democracia).
Mapa político de España hacia 1852
Mapa de España durante la guerra civil, hacia 1937
Mapa de España durante la reconquista, hacia siglo XIII
En la actualidad, de los 350 representantes en el Congreso de los Diputados 47 representan a los ciudadanos de Cataluña (13.4%), en sus 4 circunscripciones electorales. De los 47 diputados catalanes, solamente 21 tienen el centro de decisión política en Cataluña, es decir el 6% del total.
Mientras tanto, de los 34.000 millones que 7 Comunidades Autónomas aportan a las otras 10, el 43% lo aportan los que residen en Cataluña.
Resumiendo
Parecerá una discusión de patio de colegio, paro así como en el patio el dueño de la pelota suele tirar los penaltis, en España al que trae la pelota al partido no se le deja tirar las penas máximas. Y eso suele frustrar. Es cierto que ha de haber re-equilibrio territorial, pero las circunstancias actuales hacen que los que traen la pelota, deban tirar los penaltis del partido. De no ser así, existe el riesgo que el dueño de la pelota, se la lleve a su casa y se termine el partido.
Y a mi juicio esto es lo que pasa: que los catalanes se han cansado de que manden todos los demás, menos ellos. Y mirando los mapas de España parece que tenga que ver con la procedencia. Haber estado fuera de la corona de Castilla durante la edad media, o en el lado republicano durante la guerra civil, parece tener que ver con las dificultades de acceso al poder en España. Habrá argumentos que digan que los catalanes o valencianos no quieren mandar, pero visto con perspectiva no parece lógico a tenor de lo que aportan a las arcas del estado. Por lo tanto, la ausencia de participación puede crear desafección. En este sentido, la creación de las Comunidades Autónomas ha amortiguado esta anomalía, pero con la llegada de la crisis se ha vuelto al pecado original del Reino de España: El encaje del centro de poder de la Corona de Aragón (Barcelona) en España.
PS: amigo mio, te suena la frase «Penalti! Lo pico yo, que la pelota es mía?» ……..un abrazo!!
Apreciada Marcos, lamento no estar de acuerdo contigo, al menos no en la totalidad o como mínimo tendría que ser matizada. No se trata solo ya de que los catalanes no manden en España. Yo creo que el motivo principal de esta desafección es que más allá del nacionalismo y las causas economicas, existe la profunda sensación de que en Madrid, se toman decisiones que afectan a Catalunya que en muchas ocasiones o bien no se la ha tenido en cuenta, o bien incluso se la ha perjudicado para potenciar otros lugares ya de por si potenciados, o han llegado ocasiones que incluso directamente se la ha perjudicado, y eso es porque, en el fondo, «no se nos tiene en la consideración que entendemos que se nos tendría que tener». En el lenguaje de patio sería más cercano a un «pues no te estoy (amigo)» :).
Existe la sensación además que remamos en un barco en el que no compartimos ni como está montado, ni hacia donde va, y o bien cogemos un bote y nos dirigimos hacia donde entendemos que hay que ir y como hay que ir o nos perderemos en medio del mar sin remedio… todo esto dicho sin una pizca de nacionalismo en el razonamiento…