HA HABIDO UNA MODIFICACIÓN DE ESTA ENTRADA, TRAS HABER CONVERSADO CON UNA PERSONA CONOCEDORA DEL ASUNTO.
Suiza votó ayer día 3 de marzo, una enmienda a la Constitución promovida por una iniciativa legislativa popular. Esta enmienda va encaminada a dar mayor poder a la Junta General de Accionistas en materia de salarios y modelos de compensación en las empresas. En principio parece razonable, pero mi opinión es que uno de mis dos países se ha metido en un problema causado por su celo hacia su pureza de carácter.
Suiza ha sido siempre un país que ha facilitado los negocios del sector privado. Hay la sensación, muy arraigada entre la población, que gracias a que grandes empresas se han instalado o se han desarrollado en Suiza, los suizos pueden vivir con altos niveles de bien estar. Son muy conscientes que pocos países con 8 millones de habitantes pueden presentar un elenco de empresas como Nestlé, Novartis, Roche, UBS, ABB, Zurich Financial, Syngenta, Credit Suisse, Swatch Group o Adecco. Además, los cuarteles generales en europa de muchas multinacionales americanas están en suiza, como por ejemplo, Dupont. Así pues, los suizos saben que si las grandes empresas en suelo suizo van bien, a los suizos les irá mejor. Hay recordar que durante esta crisis, Suiza ha generado casi 400.000 empleos nuevos (5% de la población total), mientras que España ha destruido unos 4 millones (9% población total).
Sin embargo, el rescate bancario a UBS en 2009, los altos sueldos de los directivos de las grandes compañías, y una reducción de las compensaciones variables en general, han creado un clima de opinión que los altos directivos están demasiado bien compensados. Además, muchos suizos son accionistas de estas compañías y a veces tienen dificultades en entender que un fondo de pensiones de Londres tenga más derechos que un ciudadano suizo (los hay muy nacionalistas). Normalmente, las frustraciones (legítimas o no) sin solución legal acaban enfocándose en cambiar la legalidad vigente. Así pues, Thomas Minder, miembro del Consejo de los Estados (cámara alta de representación de los Cantones) ha sido la cara visible de esta iniciativa popular para enmendar la constitución.
Hasta aquí, todo muy democrático y de esas cosas que hace que uno valore ese pasaporte rojo con una cruz blanca.
Pero…
Pero creo que hemos matado una mosca de un cañonazo. Las juntas generales de accionistas son el órgano soberano de cualquier empresa, dónde el capital de la compañía está representado y dónde el consejo de administración y su presidente han de rendir cuentas ante el capital. Hay una serie de decisiones que las JGAs toman sin entender absolutamente nada de lo que están votando. Un ejemplo es la elección de auditores para la compañía. ¿Qué sabrán los accionistas sobre si Delloite es más conveniente que Price Waterhouse? Entiendo que se vote ya que la dirección podría tener conflicto de auto-supervisión, pero de ahí a que el voto se haga de manera informada y educada, hay un mundo. ¿Alguien recuerda algo de Arthur Andersen?
La pieza angular de esta iniciativa son los salarios de los altos ejecutivos, pero también se han incluido otras votaciones que determinarán los proyectos empresariales año a año. La ley dirá que las siguientes decisiones han de ser votadas en JGA:
- Compensación global del consejo de administración, comisión ejecutiva y órganos asesores.
- Elección anual del presidente
- Elección anual de todos los miembros del consejo de administración.
- Regulación de créditos o avances, a ejecutivos o consejeros.
- Prohibición de compensar a ejecutivos o consejeros por ventas o compras de activos/empresas.
La no observancia conllevará penas de cárcel de hasta 3 años y multas de hasta 6 años de salario.
Hay que hacer notar que la bandera del NO en esta iniciativa la ha llevado Economiesuisse, el lobby empresarial más potente de Suiza (como la CEOE, pero sin franquistas). No se puede haber planteado una defensa del NO peor. Se han equivocado en todo. En los periodistas pagados por escribir en contra de la iniciativa. La elección de Blocher (Partido Nacionalista suizo) para hacer presión política ha resultado un desastre. Han caído en la clásica trampa de que para defender un statu quo, uno no debe atacar al que lo ataca, sino argumentar a favor del statu quo. En fin, que los partidarios del SI, para hacer campaña, solamente han tenido que poner videos de la campaña del NO y solamente decir: “luchamos contra éstos…”
Mi opinión es que las grandes empresas no pueden estar tan dirigidas desde la JGA. Es una trampa de representación, lo sé, pero la complejidad de las decisiones que las comisiones ejecutivas toman y los consejos de administración refrendan, no pueden llevarse a la JGA para ser votadas. La JGA ya tiene instrumentos para acotar la acción del presidente y el consejo de administración, como la votación del informe del presidente, o las aprobaciones de las cuentas anuales. Lo que pasa es que en una JGA muy difícilmente se “tumban” las cuentas ya que da la sensación que sin las cuentas aprobadas se paraliza la empresa, y eso da la sensación que vaya en contra de los intereses de los accionistas.
Con esta enmienda, las cuentas se seguirán aprobando por muy flojas que se presenten, pero cargarse al presidente o limitarle el sueldo, seguro que alguna empresa lo hará. La iniciativa pretende ir «a por las grandes”, pero dudo mucho que éstas se vayan a ver afectadas. Las JGAs de Nestlé, Novartis, etc… están llenas de inversores institucionales a los que les importa muy poco si Peter Brabeck, Dani Vassella, Brady Dougan o Andre Kudelski ganan 6 o 18 millones; les importa el negocio.
Esta mañana he comentado el asunto con un alto cargo de Econimiesuisse que opina que el reglamento de esta ley va encaminado a las compañías suizas que cotizan en bolsa (300 aprox). Además, el trámite parlamentario y la confección de la ley puede alargarse algún tiempo. Opina que esto puede afectar a las juntas generales de 2015, siempre que no se promueva un referéndum en contra, que podría alargarlo permanentemente.
La suerte es que esto ha pasado en Suiza, que es un país civilizado. ¿Alguien se imagina esto en España? El trabajo que iba a tener la prensa y los partidos políticos echando porquería sobre presidentes de compañías para que los desalojaran a final de año, y pusieran a alguno de su agrado. Por eso me parece que buscar en Suiza algo que en España sería ingobernable es muy peligroso…
PS: Me pregunto si los accionistas de las compañías querían esto, o el pueblo les ha pasado una responsabilidad que no necesitaban, ni querían tener?