No entiendo mucho de genética, pero creo que los niños no nacen con una predeterminación a ser corruptos. Por lo tanto, si no nacemos corruptos, y aquí no quiero entrar en dogmas religiosos, será que el entorno en el que vivimos, la cultura que nos rodea y los usos que vemos en nuestros mayores, deben influir en que seamos corruptos. Luego, como hay gente que se dedica a la política, supongo que habrá una proporción parecida de corruptos que en la sociedad. O no,…
La corrupción, igual que cualquier otro delito que la sociedad deteste, persiga y sancione, se suele generar en unas condiciones muy determinadas. El gran problema de nuestra política es que estas condiciones se dan demasiado a menudo.
El triángulo mágico de la corrupción es:
- NECESIDAD
- OPORTUNIDAD
- POSIBILIDAD DE RACIONALIZAR LA CONDUCTA
Necesidad
Seamos honestos, los políticos en España no están muy bien pagados. El Presidente del Gobierno no llega a los 100.000 € anuales, que cualquier director general de una empresa que facture 20 millones los gana tranquilamente. Además, los políticos están inevitablemente en contacto con grandes empresarios y gente de mucho dinero, y estoy convencido de que se les crea la necesidad de enriquecerse. Por nuestra manera de ser, en España se opina que una empresa que da dinero a un partido político lo hace con oscuros propósitos, por lo que las leyes están hechas para ahuyentar a los empresarios de la financiación política. Por lo tanto, los partidos necesitan buscar alternativas para financiar las campañas y sus operaciones.
Oportunidad
En España, el sector público representa aproximadamente el 41% del PIB. Una parte de este gasto se va a empresas privadas que prestan servicio, venden productos o construyen cosas para la administración. Todo lo que sobrepase los 18.000 €, en teoría, debería ir por concurso público. Lo que sucede es, que una vez convocado el concurso, no queda muy claro los “porqué” de las licitaciones públicas. Esto crea una oportunidad para que la política favorezca unas opciones frente a otras, a la hora de ser evaluadas por la administración. Todos lo saben. Nadie dice nada. Siempre ha pasado. Yo me lo encontré así. Ya lo arreglará el siguiente. No quiero líos. Resumiendo, “omertà” a la española.
Posibilidad de racionalizar su comportamiento
Los delincuentes que no son psicópatas, suelen acudir a un estadio mental muy confortable que es la racionalización del crimen. El Anders Breivik, el asesino de Utoya, durante el juicio parecía impasible ante el dolor de las familias. Una vez determinado por los forenses que no era un psicópata, psiquiatras que escribieron en la prensa dijeron que había racionalizado tan profundamente su crimen, que lo encontraba una consecuencia lógica de su manera de ver la vida, por lo que ante sí mismo, no era culpable. La posibilidad de racionalizar la corrupción de la política española, ya que no creo que haya muchos psicópatas en ella, no se exactamente que naturaleza tiene, pero voy a jugar a adivinar con algunas ideas:
- Con el tiempo que le dedico a esto y lo poco que veo a mi familia, que no me fastidien por tres duros…
- Cuando llegué ya funcionaba así, y no se puede cambiar tan fácilmente…
- Mis adversarios también lo hacen, y no vamos a hacer el tonto nosotros…
- Con la cantidad de cosas buenas que hacemos por la gente…
- Encima que evitamos que venga la competencia extranjera, como mínimo que nos lo agradezcan los empresarios…
No sé si va por aquí, pero esto sería una manera de mirarse al espejo y seguir con la vida. Lo que está claro que la política y el sistema político español generan demasiadas veces estar tres condiciones para la corrupción.
Lamentablemente, la política no es la única pecadora. Los empresarios también valoran la posibilidad de pagar un sobre a un político porqué hacen números, y la diferencia entre hacer la obra o no hacerla, sobrepasa el valor del “sobre” demasiadas veces.
Y finalmente los sindicatos! Una vez un alto cargo sindical de Cataluña fue a visitar una fábrica, donde los trabajadores habían puesto siete demandas judiciales a la empresa. Todas habían llegado al Tribunal Supremo, y en todas había ganado la empresa. El director general le pidió que entendiera que de aquella manera no se podía gestionar la empresa (la que más emplea y mejor paga de su comarca) y que el comité de empresa no atendía a razones. El alto cargo sindical le dijo: “Esto se arregla fácilmente. Con un sobresueldo al comité de empresa se le acabarán los problemas”. El ejecutivo dio por terminada la reunión, invito al sindicalista a marcharse, y la empresa sigue empleando gente, pagando bien, y ganando juicios absurdos en el Tribunal Supremo.
Somos lo que permitimos!!
Com sempre, elegant, fi, i diguent moltes veritats. Excelent !!!
Josep Bosch
Molt elegant i prudent, pero sense callarse res. Felicitats!