La crisis económica, la torpeza de los gobiernos del Reino de España desde 1996, y la publicación en 2006 de las balanzas fiscales entre Comunidades Autónomas, han11-de-setembre-manifestacio hecho que el independentismo catalán – antes un asunto de intelectuales de ciudad y habitantes de la “Catalunya Vella” –, se haya convertido en el eje central del pensamiento político de toda Cataluña y de gran parte de España. Ahora, los partidos políticos, antes de hablar de cómo solucionar la crisis, se posición sobre “el Gran Tema”, y luego ya pueden pasar a hablar de lo demás. Sin lugar a dudas, este tema acabará en un conflicto constitucional sin precedentes. Unos apelarán a la legalidad y otros a la legitimidad. Se dirá que sin legalidad no hay orden posible, y por otro lado, que sin legitimidades morales todavía seguiríamos con monarquías absolutas. Sea como fuere, el conflicto está servido, y como otras ocasiones en el pasado, los líderes de la contienda ya tienen cara, nombre, y se conocen entre sí. Pero como tantas otras veces en el pasado, estos líderes están cometiendo los mismos errores que tantos desastres han ocasionado; aplicar fórmulas del pasado a problemas del presente o del futuro.

Los “unionistas” apelando a que la unión hace la fuerza, que es lo que llevan diciendo desde que a mediados del siglo XVII Castilla se percató que las cortes de los demás reinos peninsulares “la” impedían recaudar impuestos para la corona.BNE_Barcelona_Montjuic_Bombardeo_1842_detalle Los independentistas, apelando a todos los agravios pasados para justificar la posición del presente, como si las Bases de Manresa o el Memorial de Greuges hubieran solucionado alguna cosa en la relación con el estado central. Los empresarios, como han hecho toda la vida, mirando la caja a final de año, como si la relación entre tener un producto poco competitivo global y perder dinero no hubiera ya causado una limpieza de sectores improductivos. Los sindicatos, que siguen gritando y exponiendo los mismos argumentos que cuando luchaban contra la jornada de 14 horas. Y finalmente, la patronal, que en el caso de la CEOE es una rémora tardo franquista que solo representa a los ex monopolios estatales. Suena todo tan viejo…

Sin pretender comparar un conflicto político del siglo XIX con un conflicto armado del siglo XX, toda esta colección de posturas antiguas para conflictos nuevos me ha recordado un fantástico libro de Barbara W. Tuchman, Los Cañones de Agosto, en el que se describe el principio de la Primera Guerra Mundial.

El libro empieza en mayo de 1910, durante los funerales de estado del rey Eduardo VII de Inglaterra, hijo de la reina Victoria. En aquellos días, la mayor parte de las the-guns-of-augustcabezas coronadas de Europa pertenecían a dos familias. Las únicas coronas importantes, algo más aparatadas de la centralidad real europea, era la española (Borbones) y la italiana (Savoia). Las casas de Saxe-Coburg-Gotta y la de Oldenburg (Schleswig-Holstein), se repartían Inglaterra, Rusia, Alemania, Bulgaria, Grecia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Bélgica y Portugal. Así pues, las exequias por Eduardo VII se convirtieron en una pomposa reunión familiar, en la que casi todos eran primos. Una reunión familiar que representó la mayor concentración de poder mundial conocida hasta la fecha. Nueve reyes, el heredero de Austria-Hungría, los hermanos del Zar de Rusia y el Emperador Meiji de Japón, príncipes europeos, árabes y asiáticos, duques, y altos dignatarios civiles, como el expresidente Roosevelt, el ministro de exterioresThe_Nine_Sovereigns_at_Windsor_for_the_funeral_of_King_Edward_VII francés y la representación de la Confederación Helvética. Se guardaron las formas en todo momento, incluso ante la majadería de Fernando de Bulgaria que lució las enseñas de emperador de Bizancio, adquiridas con un disfraz de attrezzo, cosa que molestó bastante a los demás reyes. Lo cierto es que el germen de la desconfianza y de las razones que llevaron a la Gran Guerra ya existían, pero se guardaron las formas. Primero, por respeto al “tío” Eduardo, y segundo, porqué el poder siempre suele guardar las formas.

En España pasa lo mismo. Cada vez que hay un acto al que acuden los representantes políticos y del estado, siempre se guardan las formas. Son lugares en los que “queda mal” tener conversaciones sobre temas en los que ya se ave principe mas rajoysospecha o se sabe que hay un desacuerdo previo. Es muy curioso, que tras los actos, cada cual vuelve a su casa y se vuelve a decir lo que se piensa. Fue muy graciosa la foto en el AVE Barcelona-Girona de la semana pasada. El Príncipe, Rajoy, Mas y la ministra Pastor. Lo que piensa el Príncipe no se sabe muy bien, pero no hace falta ser muy hábil para intuirlo. Las diferencias entre Rajoy y Mas, son irreconciliables hasta el extremo. Los intereses de lo que representan (Estado español y Generalitat) son completamente divergentes, pero ahí están, hablando de fútbol en un vagón de tren que ellos no van a poder pagar, ni los que vengan tampoco.

Los Cañones de Agosto también relata los errores tácticos y de comprensión de las nuevas tecnologías, tanto militares como de comunicaciones, que llevó a tomar decisiones que costaron millones de vidas (si, si,.. millones). La literatura y las tácticas militares estaban basadas en los dos grandes conflictos de la segundablackaddergoesforth mitad del siglo XIX, la Guerra de Crimea y la Guerra Franco-Prusiana. Se mandaban órdenes por correo al frente, existiendo el teléfono o la radio. Se ordenaron cargas frontales de la infantería por parte del Kaiser Gillermo II y el Mariscal de Campo Haig, contra las nuevas ametralladoras, que aniquilaron a todo soldado a pie. Se decidió comunicar el frente con la retaguardia por ferrocarril, pensando que la aviación no sería un factor importante en la batalla. Toda una colección de errores cometidos por afrontar un conflicto nuevo, con ideas del pasado.

En la contienda peninsular pasa algo parecido. Todos están recurriendo a su libro de estilo del pasado. El “no” rotundo y agresivo de la derecha española. El “no” guay de la izquierda española. El miedo de la derecha catalán a las represalias depp aznar antiguo Madrid. Posturas todas conocidas y repetidas hasta la saciedad. Posturas, sin embargo, que en el nuevo paradigma catalán no creo que funcionen, ya que con diferentes matices y con diferentes apegos a ciertas siglas, la mayoría de los catalanes (la clase media) ha cambiado su opinión en el tema del encaje de Cataluña en España. Y esto es lo nuevo, ya que anteriormente, el catalanismo y el independentismo eran temas para círculos intelectuales, prensa y políticos, mientras la clase media y el empresariado se dedicaban solo a trabajar. Ahora, la clase media ya tiene opinión, y cada tanto tiene un voto por persona.

En fin, la clase política!! Permanentemente en conflicto, basándose en el conflicto inmediatamente anterior, pero eso sí, guardando las apariencias en las fiestas!! La misma fórmula de siempre:

CONFLICTO NUEVO + VIEJAS TÁCTICAS + FORMAS EXQUISITAS = DESASTRE SEGURO